El drama personal y político del concejal de Cali Andrés Escobar no deja de generar titulares. Tras el fallido matrimonio con Melissa Escobar, su expareja, nuevas denuncias por maltrato, autoamenazas, mal uso de esquemas de seguridad de la UNP y consumo de drogas lo tienen en el ojo del huracán.
Las revelaciones, que han causado revuelo en redes sociales y la opinión pública, abren dudas sobre la transparencia de quien hoy representa una curul en el Concejo de Cali.
La historia empezó a mediados de este año, cuando el funcionario fue descubierto siendo infiel dentro de una camioneta asignada por la Unidad Nacional de Protección (UNP). El escándalo no solo destrozó la boda, que estaba a punto de celebrarse, sino que expuso una red de comportamientos presuntamente irregulares que van mucho más allá de la vida íntima del concejal.
Melissa Escobar, expareja del cabildante, en una entrevista con SEMANA, rompió su silencio y contó detalles de lo que ella denomina una historia de manipulación, persecución y abuso de poder.
Según su testimonio, Andrés Escobar, ha usado su posición en el Concejo para bloquear oportunidades laborales a ella y a personas de su círculo cercano. “Cuando él ve que tengo contacto con funcionarios públicos, llama y presiona. Pregunta por qué están conmigo, y a partir de ahí el apoyo se acaba”, relató.
La expareja de Escobar sostiene que la ha perseguido incluso en espacios laborales, atribuyéndole vínculos políticos con el Pacto Histórico y acusándola de liderar una supuesta campaña en su contra. Pero lo más grave, según ella, son los intentos sistemáticos por afectar su estabilidad económica y social.
La situación ha escalado a tal punto que Melissa interpuso denuncias por violencia psicológica, económica y social ante las autoridades competentes. La Procuraduría ya investiga parte de estos hechos, especialmente los relacionados con el uso indebido de la camioneta de la UNP, asignada para su protección.
Uno de los capítulos más polémicos del caso es el de las autoamenazas que, según Melissa Escobar, su exespareja habría inventado para mantener y reforzar su esquema de seguridad. “Las amenazas que supuestamente recibía se las inventaba o mandaba a escribir con su asistente. Incluso fabricaron un panfleto del ELN para justificar el riesgo”, aseguró.
Ese episodio fue crucial para que la UNP reforzara la protección del concejal. Sin embargo, las revelaciones ponen en duda la veracidad de dichas amenazas, lo que podría traducirse en una investigación penal por fraude a la administración pública y falsedad.
Más allá del escándalo político, Melissa Escobar sostuvo que la relación terminó por infidelidad y consumo excesivo de drogas. Según ella, el concejal habría desarrollado una fuerte adicción al tusi y la marihuana, afectando su comportamiento personal y su vida pública. “Su adicción lo tiene fuera de control. Esa fue la razón principal de nuestra separación”, dijo.
El concejal Andrés Escobar no es ajeno a la controversia. En 2021, durante las protestas sociales, fue grabado disparando un arma traumática contra manifestantes indígenas. Sin embargo estas denuncias abren un nuevo debate en el país que espera tener pronto resultados de las investigaciones en curso.
