Colombia celebra un avance clave en la lucha contra la pobreza monetaria. De acuerdo con el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), durante el 2024, 1’267.063 colombianos dejaron de ser pobres monetarios, lo que marca la cifra más baja desde 2012.
Esta mejora en los ingresos básicos de miles de hogares colombianos es reflejo de una tendencia positiva en los principales indicadores sociales del país, evidenciando resultados de políticas públicas, programas de apoyo, recuperación económica y esfuerzos multisectoriales.
Cifras históricas y evolución reciente
Según el informe del Dane publicado en julio de 2025, la incidencia de la pobreza monetaria en el país descendió a 31,8% en 2024, representando una reducción de 2,8 puntos porcentuales frente al año anterior, cuando se ubicaba en 34,6%. Esta caída significa que casi 1,3 millones de personas mejoraron su condición y consiguieron ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
De esta manera, la cifra actual de colombianos en situación de pobreza monetaria pasó de 17’504.698 personas en 2023 a 16’237.635 en 2024. Es una tendencia que no se veía desde 2012, cuando el país reportó cifras igualmente alentadoras.
Por su parte, la pobreza monetaria extrema—que agrupa a quienes ni siquiera tienen ingresos suficientes para cubrir una canasta mínima de alimentos—también disminuyó, cerrando el año en 11,7%, es decir, 0,9 puntos menos que en 2023 (12,6%). Esto representa a 5’971.839 personas, 420.482 menos que el año pasado.
Líneas de pobreza: ¿Cuánto se necesita para no ser pobre en Colombia?
El Dane definió para 2024 la línea de pobreza monetaria en un ingreso mensual per cápita nacional de $460.198 (lo que equivale a $1’840.792 en un hogar de cuatro personas). Para la línea de pobreza monetaria extrema, el umbral es un ingreso mensual per cápita de $227.220 (o $908.880 para un hogar de cuatro miembros). Este valor se incrementó en 5,7% con respecto a 2023, ajustándose al aumento en el costo de vida.
Concepto | Línea mensual per cápita 2024 | Línea mensual para hogar de 4 personas |
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Pobreza monetaria | $460.198 | $1’840.792 |
Pobreza monetaria extrema | $227.220 | $908.880 |
Comportamiento regional: cabeceras, zonas rurales y ciudades
El comportamiento de la pobreza monetaria varió según la localización:
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Cabeceras municipales: la incidencia se redujo de 31,8% en 2023 a 28,6% en 2024, lo que representa una disminución notable de 3,2 puntos porcentuales.
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Centros poblados y rural disperso: pasó de 44,0% a 42,5%, una reducción de 1,5 puntos.
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En las grandes ciudades, la mejora fue más marcada en algunos casos. Por ejemplo, la pobreza monetaria extrema se redujo -6% en Valledupar, -5,6% en Neiva y -5,1% en Ibagué. Sin embargo, se observó un aumento en Cali (+0,6%), Barranquilla (+1,1%) y Riohacha (+2,3%).
Evolución reciente: comparación con el periodo post pandemia
El contexto inmediato anterior muestra una continuidad positiva. Para el primer informe de 2023, la pobreza monetaria era de 33%, y un año antes (2022) del 36,6%, lo que reflejó que 1,6 millones de personas salieron de la pobreza en ese periodo. La pobreza extrema también descendió constantemente: de 13,8% en 2022 a 11,4% en 2023, y a 11,7% en 2024.
Se destaca que si bien el avance es notable, el Dane recuerda que estos niveles aún no alcanzan los registros previos a la pandemia del covid-19. No obstante, la tendencia es considerada históricamente positiva.
¿Cómo se mide la pobreza monetaria y la extrema, según el Dane?
La pobreza monetaria se mide tomando como referencia el ingreso mínimo necesario para cubrir una canasta básica de bienes y servicios definidos para cada año. Si los ingresos del hogar están por debajo de ese umbral, se considera que la persona es pobre monetario. Para la pobreza extrema, se mide la capacidad de cubrir el costo de la canasta básica mínima de alimentos.
Brecha de pobreza e intensidad
La brecha de pobreza monetaria mide cuánto le falta, en promedio, a una persona pobre para salir de esa condición. En 2024, esta fue de 12,6% a nivel nacional, menor al 13,6% registrado en 2023. En las cabeceras la brecha fue de 11% y en zonas rurales dispersas llegó a 17,9%, evidenciando la persistente desigualdad entre territorios.
Desigualdad: evolución del índice de Gini
Junto con la caída en las tasas de pobreza, la desigualdad en la distribución del ingreso también mostró una leve mejoría. El coeficiente de Gini, utilizado para medir desigualdad, fue de 0,551 en 2024, frente a 0,553 en 2023. En las cabeceras se situó en 0,530 (vs. 0,533 en 2023) y en las zonas rurales dispersas en 0,482 (vs. 0,487 en 2023). Aunque la reducción es modesta, representa un avance hacia una mayor equidad.