Barranquilla, 7 de mayo de 2024
Colombianas y colombianos:
La lucha contra la corrupción es una de las banderas por las que más he luchado a lo largo de toda mi vida. Siempre he buscado y exigido transparencia en el uso de los recursos públicos en Colombia.
Ustedes recordarán cuando, en mis tiempos como congresista, denuncié la alianza que realizaron un tercio de los miembros de ese Congreso con los grupos paramilitares en Colombia. En múltiples debates desentrañé la forma en la que los políticos corruptos de siempre se aliaron con el narcotráfico para pasar leyes, reformas y proyectos que no buscaban otra cosa que mantener una situación de injusticia en el país.
También realicé un amplio debate contra el Carrusel de la Contratación en Bogotá y contra Odebrecht, mucho antes de que los medios de comunicación lo convirtieran en noticias y que las entidades de control tomaran siquiera una decisión al respecto.
Pero no solo ha sido en mi vida política, sino también personal. Hace casi un año, se filtró una información de dos miembros de mi familia que, supuestamente, habrían incurrido en delitos. Cualquier Presidente de la República de Colombia hubiera hecho todo lo posible para torpedear el proceso. Yo, en cambio, consecuente con mis principios, fui el primero en pedirle al entonces Fiscal General de la Nación investigar lo sucedido.
Yo no solo hablo contra la corrupción, he luchado para desentrañarla toda mi vida. La lucha contra la corrupción no es un discurso, no son palabras al aire. Combatir la corrupción es un tema, primero, de principios, pero también de vida o muerte. Sin oportunismos, yo he puesto en riesgo mi vida para revelar los entramados que han llevado a que, en Colombia, los dineros públicos terminen en bolsillos de privados.
Al llegar al gobierno nacional he encontrado lo que ya sabía, tenemos una corrupción estructural y profesionalizada que se ha tomado varias instituciones del Estado colombiano. Mi responsabilidad es destruirlas y neutralizarlas.
Comencé con una lucha intensa en la Fiscalía General de la Nación, a pesar de enormes presiones, que incluso afectaron física y psicológicamente a mi familia, logré un proceso donde creo, y en muchos años, se eligió una Fiscal decente y totalmente independiente.
Esta decisión interinstitucional ha desatado todos los fantasmas. Seguí con la investigación sobre casos entre funcionarios de la Fuerza Pública y las mafias del narcotráfico y el contrabando. Se trata de una olla de corrupción inmensa donde aparece cada vez más la bandera de una Fuerza Pública honesta y al lado del pueblo.
Pero indudablemente ha quedado al descubierto un mecanismo que está fortaleciendo el crimen, la corrupción y la inseguridad ciudadana.
En estos momentos me enfrento a los anillos de la corrupción del FOMAG y la Fiduprevisora. Billones de pesos de los maestros y de la Nación se han perdido en una red de contratistas que con cláusulas amañadas permiten pagar sin facturación. La red se ha construido por años en las diferentes ramas del poder público y los órganos de control.
Los hallazgos en Ecopetrol son profundamente alarmantes, por decenas de miles de millones de dólares, han salido recursos de la petrolera nacional para financiar personas, paramilitares y la política. Ecopetrol es el escenario del gran desfalco de la Nación encubierto permanentemente por órganos de control y sin investigación penal.
Existe un fuerte anillo de corrupción montado durante tres décadas entre dirigentes políticos, la Fuerza Pública, funcionarios de la DIAN y aduanas que permiten la entrada masiva del contrabando. Se ha construido infiltrando campañas, incluso intentaron infiltrar la mía, fracasando en ello.
Esta enorme olla de corrupción con tentáculos internacionales, un billonario sistema de lavado de activos, ha arruinado buena parte de la industria de las confecciones y el cuero, y por primera vez en la historia empieza a ser descubierta con nuestra acción en Colombia.
La UNGRD es un caso de corrupción estructural y profesional, viene desde hace años, evaporando los dineros que son para las víctimas de tragedias naturales y climáticas y convirtiéndolos para el enriquecimiento personal de varios funcionarios.
El caso de los carrotanques, que no era nuestra directriz, dado que expedimos los decretos de emergencia que proponían otro modelo de atención a la emergencia y a la distribución del agua en La Guajira, estos se expidieron el 2 de julio del 2023 y fueron declarados inexequibles el 2 de octubre del 2023 por la Corte Constitucional, que no es una excusa, porque la caída de los decretos de emergencia no eran una invitación a realizar una contratación aparentemente amañada y con sobrecostos, lastimosamente este es un caso más en la historia de la UNGRD.
La estrategia de los abogados, que defienden el principio de oportunidad, todos atacados por mí al estar relacionados con el Cartel de la Contratación de Bogotá o el Cartel de la Toga, quiere reducir la investigación a la contratación de los carrotanques.
Sin embargo, es peor el contrato hecho para solucionar el problema de Caregato, en abierta desobediencia a las indicaciones del Presidente. Asimismo, se observa en el uso de los dineros de la UNGRD en el pasado gobierno.
Le pido a la Fiscalía investigar toda la contratación de la UNGRD en los últimos 8 años, con total celeridad. Toda la información que ha recuperado mi gobierno sobre estos grandes hechos de corrupción administrativa ya se encuentra en la Fiscalía, y fue ignorada en la Fiscalía anterior. Asimismo, como la investigación de los recursos de la paz, el llamado OCAD-Paz. Este gobierno estará presto a colaborar con toda la información que sea necesaria.
Estoy seguro de que lo que estoy haciendo implica remover las bases del poder político en Colombia y trato de abrirles paso a las reformas que benefician a las mayorías de Colombia y garantizan la paz.
El ataque es fuerte contra el gobierno e incluye la opción de algunos por el golpe y la ruptura institucional. Navegaremos en las tormentas y sabremos que finalmente todo depende del pueblo.
La manifestación del 1° de Mayo es un enorme mensaje, no solo contra quienes quieren mantener el régimen de corrupción en Colombia, sino para quienes estamos en el gobierno. Ser de izquierda no es una vacuna contra la corrupción, ella está en todos los partidos y en todos los rincones.
Nuestra labor y nuestro deber es luchar contra ella.
(Fin)