De todo el Proyecto de Acuerdo presentado a la administración distrital, la acción que obliga a que se cambie la flota Troncal y Zonal de Transmilenio para 2022 fue objetada por la Alcaldía de Bogotá dado que la considera inviable financieramente.
La Alcaldía Mayor de Bogotá en cabeza de Claudia López, objetó uno de los puntos del Proyecto de Acuerdo que declara la emergencia climática Bogotá, el cual fue aprobado hace unas semanas en el Concejo de Bogotá.
El punto objetado es el 4.1.3, el cual obliga a la administración a que se renueven todas las flotas de Transmilenio, tanto zonales como troncales por flotas eléctricas, esto con el fin de reducir el efecto invernadero y la contaminación del aire de la ciudad.
La denuncia de esta objeción por parte de la administración distrital la realizó Susana Muhamad, en la que basada la misma en el documento enviado por la alcaldesa Claudia López al presidente del Concejo de Bogotá Carlos Fernando Galán, en la que, aunque aceptó viabilizar el acuerdo, afirma que tiene un punto débil y es la no consagración de la financiación para realizar y cumplir esta acción de acuerdo.
La alcaldesa @ClaudiaLopez objeta el artículo de la declaratoria de #EmergenciaClimáticaYa que pone freno en el 2022 a la compra de buses con combustibles fósiles, si las decisiones no son consecuentes y radicales las metas no se cumplen, no hay tiempo. Ya estamos en emergencia. pic.twitter.com/6snyuBrJUZ
— Susana Muhamad (@susanamuhamad) December 1, 2020
El punto 4.1.3, expresa textualmente lo siguiente: “A partir del 1 de enero de 2022, el Distrito Capital no podrá adelantar procesos de adquisición de la flota de transporte público, cuya base de movilidad esté soportada en el uso de combustibles fósiles. Lo anterior aplica para todos los componentes de la flota zonal o troncal del transporte público”.
De acuerdo con la administración se debe primero comprometer, por parte del Concejo, una fuente de financiación para viabilizar y acelerar este punto, así como se realiza en otros países del mundo, donde en primer lugar, se disponen y se generan los recursos para de esta manera ejecutar las obligaciones.
Además recordó que la ciudad actualmente está haciendo grandes esfuerzos para controlar y mitigar la crisis causada desde hace más de 7 meses por la pandemia del Covid-19.
Otro de los argumentos utilizados por el Distrito para objetar la tecnología de flota eléctrica a partir del año 2022 es que esta implementación requeriría una estructura de sistema de carga, tecnologías de buses que en este momento el Distrito no puede proporcionar.
Por otra parte, en el documento se sustenta que no es posible realizar esta obligación dado que la implementación de esta flota eléctrica a partir del 2022 frente a otras tecnologías que se usarían para la flota, le costarían al Fondo de Estabilización Tarifaria de 2021 a 2031 un adicional de $4.2 billones de pesos.
Frente a este último argumento la concejala Susana Muhamad, afirmó que detrás de esta objeción lo que parece haber es un negocio en defensa del Diesel y el negocio del gas, además resaltó la diferencia de invertir en flotas eléctricas a en las que se usan actualmente con diésel.
«Si el bus eléctrico cuesta más en cuanto a la inversión, cuesta mucho menos en su mantenimiento. Además puede operar en el sistema durante 15 años, mientras el bus diésel solo puede operar diez”, agregó la cabildante.
El Distrito, declaró que no es procedente el Proyecto de Acuerdo 256 de 2020, dado a que la transformación de combustible fósil a tecnologías limpias debe ser un proceso lento y gradual y que bajo las condiciones planteadas no es del todo viable.
Jorge Beltrán – Humana Noticias | FotoPortada: El Tiempo