En un esfuerzo por fortalecer la dirección estratégica del gobierno colombiano, el presidente Gustavo Petro lideró una reunión programática de alto nivel con miembros de su gabinete y asesores clave para evaluar los avances de su administración y definir las prioridades políticas y sociales para el año 2025. El encuentro, celebrado en la Casa de Nariño, se convirtió en un espacio crucial para reflexionar sobre los logros alcanzados, identificar desafíos pendientes y alinear los objetivos de las distintas carteras ministeriales con las necesidades urgentes del país.
Durante la reunión, el mandatario subrayó la importancia de medir el impacto de las políticas implementadas desde el inicio de su mandato en 2022. Entre los temas destacados en el balance de gestión se encuentran los avances en la transición energética, la implementación del programa de paz total, el fortalecimiento de la educación pública y los esfuerzos por combatir la desigualdad económica en el país.
«Estamos aquí para hacer una evaluación rigurosa y honesta de nuestro trabajo hasta ahora. Reconocer lo que hemos logrado, pero también entender dónde hemos fallado y qué podemos hacer mejor», afirmó Petro en su intervención inicial.
Uno de los puntos neurálgicos fue el análisis del programa de reforma agraria, un eje central en el plan de gobierno de Petro. Aunque se han distribuido miles de hectáreas de tierras a comunidades rurales, el mandatario reconoció que el ritmo de ejecución enfrenta obstáculos burocráticos y tensiones con sectores económicos tradicionales.
Asimismo, se discutieron los avances en la implementación de la transición energética, otro de los pilares de la administración. Petro enfatizó la necesidad de acelerar la descarbonización de la economía colombiana y de garantizar que las energías renovables lleguen a los territorios más apartados. Sin embargo, las críticas de sectores empresariales y gremios minero-energéticos por el impacto en la generación de empleo también formaron parte del debate.
Tras el balance de gestión, el gobierno delineó las prioridades para el próximo año. En el centro de la discusión estuvo el compromiso de consolidar la paz total, un proyecto que busca integrar a todos los actores armados en procesos de diálogo y reconciliación. Petro anunció que en 2025 se redoblarán los esfuerzos para garantizar la seguridad en las regiones más afectadas por el conflicto armado, con énfasis en la protección de líderes sociales y defensores de derechos humanos.
Otro tema clave será el fortalecimiento de las políticas sociales, particularmente en salud y educación. Se proyecta un aumento significativo en la inversión en infraestructura escolar y la ampliación de la gratuidad educativa hasta el nivel universitario. De igual forma, se prevé una reforma estructural al sistema de salud, orientada hacia un modelo más equitativo y eficiente.
En cuanto al desarrollo económico, el presidente destacó la necesidad de un modelo que combine sostenibilidad ambiental con generación de empleo digno. Se planea un impulso decidido a la economía circular y a la promoción de industrias verdes, como parte del compromiso con la mitigación del cambio climático.
El presidente hizo un llamado a los diferentes sectores del país para trabajar en conjunto en la consecución de estas metas. «Es fundamental que avancemos como un solo país. Esto no es solo responsabilidad del gobierno; necesitamos la colaboración del sector privado, de las organizaciones sociales y de la ciudadanía», afirmó.
Se espera que en los próximos días se convoquen mesas de diálogo con gremios empresariales, sindicatos, líderes indígenas y representantes de la sociedad civil, con el objetivo de enriquecer las propuestas del Ejecutivo y garantizar una implementación efectiva de las políticas públicas.
Con el horizonte electoral de 2026 cada vez más cercano, el 2025 se perfila como un año decisivo para el presidente Gustavo Petro y su administración. Los resultados de las políticas priorizadas este año podrían definir el legado de su mandato y su impacto en la historia reciente de Colombia.
Al cierre de la reunión, el mandatario expresó su confianza en que, con esfuerzo conjunto, su gobierno podrá cumplir con las expectativas de los colombianos. «Nuestro compromiso es con la transformación social y ambiental de Colombia. Este año debe marcar un antes y un después para el bienestar de nuestra gente», concluyó.
Por ahora, el país observa con atención cómo se materializarán estas prioridades en un contexto de desafíos económicos, sociales y políticos que pondrán a prueba la capacidad de gestión del gobierno.
Fotoportada: Joel González – Presidencia