La política colombiana vive una de sus jornadas más convulsas tras la divulgación de unos audios en los que el excanciller Álvaro Leyva revela un plan para destituir al presidente Gustavo Petro con ayuda de actores internacionales y nacionales. Las reacciones del Gobierno Nacional, especialmente de Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, han sido contundentes y han generado un terremoto político en el país.
🔴EXCLUSIVA | Álvaro Leyva, excanciller colombiano durante este Gobierno, se reunió hace dos meses en Estados Unidos con asesores cercanos a la Administración de Donald Trump para buscar su apoyo a un plan para hacer caer a Gustavo Petro
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— EL PAÍS América Colombia (@ElPaisAmericaCo) June 29, 2025
El escándalo estalló luego de que el diario El País de España publicara grabaciones en las que Leyva, quien fuera Ministro de Relaciones Exteriores de Petro, expone una estrategia para buscar apoyo del Gobierno de Estados Unidos y de figuras del Partido Republicano con el objetivo de forzar la salida del presidente colombiano. En los audios, Leyva menciona como posible reemplazo a la vicepresidenta Francia Márquez, argumentando que Petro no estaría en condiciones de ejercer el cargo por supuestos problemas de salud vinculados al consumo de alcohol y drogas.
La respuesta del Palacio de Nariño no se hizo esperar. El presidente Gustavo Petro utilizó su cuenta de X para denunciar lo que calificó como una injuria sostenida y un “acto de venganza bárbaro, canalla” por parte de Leyva. Petro recordó que, a pesar de haber ayudado al excanciller y de haberle dado un cargo importante al final de su vida, Leyva lo traicionó. Además, el mandatario hizo referencia a la sanción disciplinaria que enfrentó Leyva por irregularidades en la adjudicación del contrato de pasaportes, lo que habría sido el detonante de su resentimiento.
Petro fue más allá y vinculó el comportamiento de Leyva con lo que él llama la oligarquía colombiana, a la que acusa de practicar la doble moral y de considerar el Estado como un bien hereditario. “Desde hace dos siglos, la traición, el asesinato, la mentira, son sus normas”, escribió el presidente, quien aseguró que el caso Leyva demuestra la existencia de un intento de golpe de Estado en su contra.
Por su parte, la vicepresidenta Francia Márquez salió al paso de las versiones que la involucraban en el presunto plan. “No existe la posibilidad de que me preste para conspiraciones”, afirmó de manera categórica en sus redes sociales y en declaraciones a medios nacionales. Márquez aseguró tener “la conciencia tranquila, la mente clara y el corazón firme”, y reiteró su respeto por el orden constitucional y la figura del presidente de la República como símbolo de unidad nacional.
El caso ha generado un amplio rechazo en diferentes sectores políticos. Aliados del presidente, como la actual canciller Laura Sarabia y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, calificaron las acciones de Leyva como “delitos contra la democracia” y “traición a la patria”. Sarabia, en particular, describió al excanciller como “ruin y miserable”, mientras que Sanguino señaló que sus conductas “han quedado desnudada su poca condición humana”.
La oposición política y figuras del centro también se pronunciaron. La precandidata presidencial Vicky Dávila, mencionada en los audios, negó cualquier participación en el plan y aseguró que siempre se ha opuesto a propuestas para tumbar al presidente. Otros políticos del centro, como Angélica Lozano y Humberto de la Calle, respaldaron a Petro y condenaron las actuaciones de Leyva, señalando que el caso no es solo un ataque contra el presidente, sino un atentado a la democracia.
En los audios, Leyva se da un margen de 20 días para lograr la salida de Petro y menciona la posibilidad de involucrar a otros actores nacionales, como Miguel Uribe, quien se encuentra en delicado estado de salud tras atentado. No hay pruebas de que Uribe haya participado en el plan, y Dávila ha reiterado su rechazo a cualquier conspiración.