Centro Democrático elige a Paloma Valencia como candidata presidencial 2026

En una decisión que redefine el tablero político de cara a las próximas elecciones presidenciales, el partido Centro Democrático ha oficializado este lunes a la senadora Paloma Valencia como su candidata única para la contienda electoral de 2026. El anuncio, esperado por meses dentro de las filas del uribismo, marca el inicio formal de la precampaña de la oposición, que busca recuperar la Casa de Nariño tras el mandato del presidente Gustavo Petro.

La elección de Valencia no es una sorpresa menor, pero sí un movimiento estratégico de calado. Tras varios foros regionales, encuestas internas y deliberaciones en la cúpula del partido fundado por el expresidente Álvaro Uribe Vélez, la congresista caucana se impuso gracias a su firmeza ideológica, su trayectoria legislativa y su capacidad para aglutinar a las bases más tradicionales de la colectividad.

Un proceso de selección interno y el aval del uribismo

El camino para llegar a esta nominación no estuvo exento de tensiones. Durante el último semestre, el Centro Democrático realizó una serie de foros programáticos por todo el país, titulados «El futuro es de todos», donde se midieron las fuerzas de figuras prominentes como María Fernanda Cabal, Paola Holguín y Miguel Uribe Turbay. Sin embargo, los mecanismos de encuestas ponderadas, que evaluaron tanto la favorabilidad entre la militancia como la intención de voto en el público general, terminaron inclinando la balanza hacia Valencia.

Analistas políticos sugieren que la elección de Paloma Valencia responde a una necesidad del partido de presentar una figura que combine la seguridad democrática —bandera histórica del uribismo— con propuestas de renovación económica y social. «Paloma ha demostrado ser una de las voces más coherentes y estructuradas de la oposición en el Senado», afirmaron fuentes cercanas a la dirección nacional del partido durante la rueda de prensa oficial.

Los pilares de su propuesta: Seguridad, Economía y Austeridad

En su primer discurso como candidata oficial, Valencia delineó lo que serán los ejes fundamentales de su campaña hacia la Presidencia de Colombia 2026. Su propuesta se centra en recuperar la confianza inversionista y fortalecer el orden público, temas que, según las encuestas recientes, son la mayor preocupación de los colombianos.

  1. Seguridad Integral y Justicia: La candidata enfatizó que no habrá «mano blanda» contra el crimen organizado. Su plan incluye una reestructuración de la inteligencia militar y policial, así como reformas al sistema judicial para acabar con la impunidad. «La seguridad es el cimiento sobre el que se construye la libertad», declaró Valencia, haciendo eco de los principios fundadores de su partido.
  2. Reactivación Económica y Empleo: Ante la desaceleración económica, Valencia propone una reducción agresiva de impuestos corporativos condicionada a la generación de empleo formal. Su visión apunta a convertir a Colombia en un «hub» de emprendimiento tecnológico y agroindustrial, aprovechando el potencial de las regiones.
  3. Austeridad Estatal: Uno de los puntos más aplaudidos por sus seguidores fue la promesa de reducir el tamaño del Estado. Valencia aseguró que eliminará burocracia innecesaria y fusionará ministerios para destinar esos recursos a programas sociales focalizados, evitando el asistencialismo desmedido.

El reto de la unidad y las alianzas de derecha

Con la oficialización de su candidatura, el Centro Democrático envía un mensaje claro: la derecha colombiana ya tiene rostro para 2026. Sin embargo, el desafío de Paloma Valencia trasciende las fronteras de su partido. Para ganar, necesitará convocar a una gran coalición de centro-derecha que incluya a sectores conservadores, cristianos y libertarios que, aunque críticos del actual gobierno, no necesariamente militan en el uribismo.

Expertos en marketing político señalan que Valencia deberá suavizar su imagen para atraer al voto de opinión en las grandes ciudades, un segmento que ha sido esquivo para el partido en los últimos ciclos electorales. La estrategia digital jugará un papel crucial, enfocándose en plataformas como TikTok y YouTube para conectar con los votantes más jóvenes, quienes decidirán gran parte de la elección.

Reacciones políticas y el panorama electoral

Las reacciones no se hicieron esperar. Desde el Pacto Histórico, varios congresistas calificaron la elección como «más de lo mismo» y un retorno al pasado. Por su parte, otros precandidatos de la derecha, como los que surjan del Partido Conservador o movimientos independientes, han manifestado su respeto por la decisión y su disposición a dialogar sobre mecanismos de consulta interpartidista para marzo de 2026.

La figura de Álvaro Uribe Vélez sigue siendo central. Aunque el expresidente ha mantenido un perfil más discreto en la toma de decisiones públicas, su respaldo tácito a Valencia es un activo invaluable dentro de las bases, aunque podría ser un arma de doble filo ante el electorado indeciso que busca renovación.

¿Quién es Paloma Valencia?

Nacida en Popayán y heredera de una tradición política y literaria —es nieta del expresidente Guillermo León Valencia y del fundador del nadaísmo, Mario Rivero—, Paloma Valencia Laserna es abogada y filósofa de la Universidad de los Andes, con una maestría en escritura creativa de la Universidad de Nueva York. Su paso por el Senado se ha caracterizado por debates de control político de alto perfil y una defensa férrea de la propiedad privada y la libertad de empresa.

Su candidatura representa la apuesta del Centro Democrático por una mujer con carácter, formación académica y experiencia legislativa para enfrentar lo que ellos denominan «la recuperación del rumbo del país». La campaña apenas comienza, pero con este anuncio, el sonajero presidencial para 2026 empieza a tomar una forma definitiva.

La carrera por la Casa de Nariño ha comenzado oficialmente para el principal partido de oposición. Queda por ver cómo responderán los demás sectores políticos y, sobre todo, la ciudadanía colombiana ante esta nueva propuesta de liderazgo femenino en la derecha.

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