La edad, el trasplante de órganos y ahora el sedentarismo. Estos son los tres factores que más condiciones la progresión de un Covid-19 grave o la muerte por esta causa.
Según un estudio que se publica en «British Journal of Sports Medicine», la inactividad física está relacionada con una enfermedad más grave y un mayor riesgo de morir a causa de la enfermedad.
De acuerdo con este trabajo llevado a cabo en casi 50.000 adultos que había pasado el Covid-19, aquellos que habían estado inactivos durante los 2 años previos a la pandemia tenían más probabilidades de ser ingresados en el hospital, requerir cuidados intensivos y fallecer que los pacientes que habían practicado ejercicio de forma regular.
Los autores del Centro Médico Kaiser Permanente de California (EE.UU.) señalan que como factor de riesgo de enfermedad grave, la inactividad física fue superada solo por la edad avanzada y los antecedentes de trasplante de órganos.
Actualmente se han identificado diferentes factores de riesgo de infección grave por el Covid-19: edad avanzada, el sexo masculino y enfermedades médicas subyacentes, como diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Pero la inactividad física no es uno de ellos, a pesar de que es un factor de riesgo bien conocido para varias enfermedades a largo plazo, incluidas las asociadas con Covid-19 grave, señalan los investigadores.
Para explorar su impacto potencial en la gravedad de la infección, incluidas las tasas de ingreso hospitalario, la necesidad de cuidados intensivos y la muerte, los investigadores compararon estos resultados en 48.440 adultos con infección confirmada por Covid-19 entre enero y octubre de 2020.
La edad media de los pacientes fue de 47 años; casi dos tercios eran mujeres (62%). Su índice de masa corporal era 31, lo que se clasifica como obeso.
Aproximadamente la mitad no tenía enfermedades previas, 1 de cada 5 (18%) tenía solo una y casi un tercio (32%) tenía dos o más.
Todos los pacientes habían informado acerca de su nivel de actividad física regular al menos tres veces entre marzo de 2018 y marzo de 2020.
De esta forma los investigadores las clasificaron como:
constantemente inactivo (0-10 minutos / semana); algo de actividad (11-149 minutos / semana); o constantemente activo (más de 150 minutos por semana).
Alrededor del 7% cumplía constantemente con las pautas de actividad física; el 15% estaba constantemente inactivo y el resto informó de alguna actividad.
Después de tener en cuenta factores potencialmente influyentes, como la raza, la edad y las afecciones médicas subyacentes, los pacientes con Covid-19 más sedentarios tenían más del doble de probabilidades de ser ingresados en el hospital que aquellos que registraron más de 150 minutos de actividad física cada semana.
Además, presentaban un 73% más de probabilidades de ingreso en UCI y 2,5 veces más probabilidades de morir a causa de la infección.
Los investigadores reconocen que se trata de un estudio observacional y, como tal, no puede establecer la causa.
Pero debido a que el número de pacientes es muy elevado y étnicamente diverso. Y los investigadores señalan que resulta llamativo que «el sedentarismo fuera un factor de riesgo más importante para la progresión de Covid-19 que cualquiera de las patologías médicas subyacentes y los factores de riesgo ya identificados, excepto la edad y los antecedentes del trasplante de órganos ».
De hecho, escriben, «la inactividad física fue el factor de riesgo más fuerte en todos los resultados, en comparación con los factores de riesgo modificables comúnmente citados, incluido el tabaquismo, la obesidad, la diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer».
Por eso concluyen que «la actividad física regular puede ser la acción más importante que las personas pueden tomar para prevenir el Covid-19 severo y sus complicaciones, incluida la muerte».
Un mensaje especialmente importante En estos momentos debido el aumento de las restricciones para hacer deporte de forma regular durante los encierros y otras restricciones pandémicas.
Fuente: ABC