El juicio oral contra Álvaro Uribe Vélez, expresidente de la República, concluyó formalmente este 8 de julio de 2025. Tras meses de audiencias, la Juez 44 Penal de Conocimiento de Bogotá, Sandra Heredia, fijó el 28 de julio como la fecha en la que dará a conocer el sentido del fallo, una decisión que podría marcar un antes y un después en la justicia y la política colombiana.
Un proceso judicial sin precedentes
El caso contra Álvaro Uribe Vélez inició en 2018, cuando la Corte Suprema de Justicia abrió una investigación por presuntos delitos de soborno a testigos y fraude procesal. La Fiscalía General de la Nación asumió la investigación en 2020, luego de la renuncia de Uribe a su curul en el Senado, lo que implicó el cambio de fuero y la transferencia del caso a la jurisdicción ordinaria.
Durante el juicio oral, que se extendió por más de cinco meses, se llevaron a cabo 57 diligencias judiciales y se escucharon los testimonios de 95 personas, entre ellas exparamilitares, abogados, peritos forenses y expertos en derecho penal. El expediente, de más de 5.000 páginas, contiene pruebas documentales, interceptaciones telefónicas, videos y declaraciones que han sido analizadas minuciosamente por las partes y la judicatura.
Las acusaciones y la defensa
La Fiscalía General de la Nación acusó a Uribe Vélez de soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal, señalando que, presuntamente, a través de su abogado Diego Cadena, habría intentado manipular el testimonio de varios exparamilitares para desvirtuar las acusaciones en su contra y afectar la credibilidad de sus adversarios políticos. El testimonio de Juan Guillermo Monsalve, considerado el principal testigo del caso, fue central en la acusación. Monsalve aseguró haber recibido presiones y ofrecimientos para modificar su versión sobre la supuesta relación de Uribe con grupos paramilitares en Antioquia durante la década de los noventa.
La defensa de Uribe, liderada por los abogados Jaime Granados y Jaime Lombana, sostuvo la inocencia del exmandatario. Argumentaron que la Fiscalía no logró demostrar, con el rigor probatorio exigido, la responsabilidad penal de Uribe Vélez. Según la defensa, el proceso estuvo viciado por un “entrampamiento judicial” y una persecución política, en la que los testimonios presentados por la acusación carecen de veracidad y han sido desvirtuados en el curso del juicio.
El desarrollo del juicio oral
El juicio oral contra el exmandatario estuvo marcado por una amplia cobertura mediática y un seguimiento exhaustivo por parte de la sociedad civil, organizaciones de derechos humanos y observadores internacionales. Las audiencias, transmitidas en su mayoría de manera virtual y algunas de forma presencial, permitieron a la ciudadanía conocer los argumentos y pruebas presentadas por cada una de las partes.
Durante los alegatos finales, la Fiscalía y los representantes de las víctimas solicitaron una sentencia condenatoria, argumentando que existían suficientes elementos probatorios para demostrar la responsabilidad de Uribe en los delitos imputados. Por su parte, la Procuraduría General de la Nación y la defensa insistieron en la absolución del expresidente, señalando que no existía evidencia contundente que permitiera desvirtuar la presunción de inocencia.
En su intervención final, Álvaro Uribe Vélez reiteró su inocencia y denunció que el proceso en su contra ha estado marcado por motivaciones políticas y por la utilización de testimonios falsos. “Jamás he ordenado ni participado en actos de manipulación de testigos. Este proceso ha sido una persecución que ha afectado no solo mi reputación, sino la de mi familia y la de quienes me acompañaron en el ejercicio de la función pública”, afirmó el exmandatario.
Expectativa nacional e internacional
La decisión que tomará la Juez 44 Penal de Conocimiento de Bogotá el próximo 28 de julio ha generado una enorme expectativa en todos los sectores del país. La magistrada Sandra Heredia solicitó a la Rama Judicial que no le asignaran nuevos procesos durante este mes, con el fin de dedicar todo su tiempo al estudio del expediente Uribe, dada la complejidad y trascendencia del caso.
El fallo que se conocerá en las próximas semanas no solo tendrá consecuencias directas para el futuro judicial de Álvaro Uribe Vélez, sino que también será determinante para la credibilidad del sistema judicial colombiano y para el clima político nacional, caracterizado en los últimos años por una profunda polarización.
En caso de una sentencia condenatoria, Uribe se convertiría en el primer expresidente colombiano en ser hallado culpable por delitos relacionados con la manipulación de testigos y el fraude procesal12. Por el contrario, una sentencia absolutoria podría fortalecer su liderazgo político y el de su partido, el Centro Democrático, de cara a las próximas elecciones.
Implicaciones políticas y sociales
El juicio contra Álvaro Uribe Vélez ha puesto a prueba la independencia y la solidez de la justicia colombiana. Diversos sectores han manifestado su preocupación por el impacto que la decisión judicial pueda tener en la estabilidad institucional y en la confianza de la ciudadanía en las instituciones democráticas.
Organizaciones internacionales, como Human Rights Watch y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, han seguido de cerca el desarrollo del proceso, subrayando la importancia de que el fallo sea producto de un juicio justo, imparcial y respetuoso de las garantías procesales.
En el ámbito político, el desenlace del caso podría redefinir el mapa de alianzas y rivalidades en el Congreso, así como influir en la agenda legislativa y en la gobernabilidad del país. El Centro Democrático, partido fundado por Uribe, ha manifestado su respaldo irrestricto al exmandatario, mientras que sectores de la oposición han insistido en la necesidad de que la justicia actúe con independencia y sin presiones externas.
El debate en la opinión pública y los medios
El juicio a Álvaro Uribe Vélez ha trascendido los estrados judiciales y se ha convertido en un símbolo del debate político nacional. Para sus seguidores, el proceso es un intento de deslegitimar su legado y su doctrina de seguridad democrática, mientras que para sus opositores representa una oportunidad de ajustar cuentas con un modelo de poder que, según ellos, ha sido permisivo con la ilegalidad en función de objetivos políticos.
La polarización se ha visto reflejada en las redes sociales, donde tanto el uribismo como sus detractores han utilizado el proceso como herramienta de movilización y fortalecimiento de sus bases políticas. En este contexto, el juicio ha dejado de ser solo un asunto judicial y se ha transformado en un símbolo del debate político nacional.
Lo que sigue tras el fallo
Cualquiera que sea el sentido del fallo, la decisión de la jueza Heredia podrá ser apelada ante el Tribunal Superior de Bogotá, que tendrá la última palabra antes de la prescripción del proceso, prevista para octubre de 2025. Este mecanismo de doble instancia garantiza el derecho de las partes a una revisión integral del caso y refuerza la legitimidad de la decisión final.
Claves del juicio contra Álvaro Uribe Vélez
- Duración del proceso: Siete años de investigación y más de cinco meses de juicio oral.
- Delitos imputados: Soborno, soborno en actuación penal y fraude procesal.
- Testigos: 95 personas declararon, entre ellas exparamilitares, abogados y expertos forenses.
- Alegatos: Fiscalía y víctimas pidieron condena; Procuraduría y defensa solicitaron absolución.
- Fecha clave: El 28 de julio la jueza dará a conocer el sentido del fallo.