La controversia en torno al Metro de Bogotá parece no tener fin. El miércoles 1 de febrero, el presidente Gustavo Petro hizo críticas públicas al proyecto elevado presentado por la alcaldesa Claudia López. Según sus declaraciones a los medios, Petro describió el proyecto elevado como un «esperpento» y una «chambonada».
Petro propone, en cambio, construir un tramo de la primera línea subterráneamente, con un costo estimado de 33 billones de pesos, cubriendo 32 kilómetros y 27 estaciones. Por otro lado, el proyecto elevado actual ofrece solo 17 estaciones a un costo de 35 billones de pesos. Petro advirtió que si se continúa con este proyecto, las generaciones futuras «nos van a maldecir».
Sin embargo, la alcaldesa ha seguido adelante con el proyecto elevado actual. López declaró que la primera línea del metro tiene un avance del 18% en la obra, cuesta 22.3 billones de pesos y 4,200 trabajadores están trabajando en ella. Además, explicó que la primera línea empieza en Bosa/Kennedy y termina en la 72 con Caracas, y que la segunda línea, subterránea, va desde ahí hasta Suba y Engativá.
Después de una reunión entre el presidente y la alcaldesa, se acordó que se llevarán a cabo dos mesas de trabajo para analizar los conceptos sobre la viabilidad de una parte subterránea del metro. Petro se mantuvo firme en su propuesta de subterranizar la primera línea, y sugirió que se haga un recorrido de más de 13 km bajo tierra desde la carrera 50 con calle primera de Mayo hasta la calle 72.
A pesar de las críticas y propuestas, López ha dejado claro que las obras de la primera línea del metro no serán detenidas y continuarán sin interrupciones.