En el norte de Mozambique, según registran medios locales, militantes islámicos decapitaron a más de 50 personas; lo que la agencia nacional de noticias describió como un acto de violencia que se desarrolló en aproximados tres días.
Según otros informes, los militantes convirtieron un campo de fútbol en un «campo de ejecución», allí decapitaron y desmembraron a más de 50 habitantes que huían de la violencia en el sur del continente africano. Estas decapitaciones son las últimas masacres registradas de una serie de ataques islámicos en Cabo Delgado, una provincia rica en gas. Se estima que desde el año 2017, 2.000 personas han muerto, mientras que unas 430.000 personas se han quedado sin hogar debido a los conflictos que se presentan en esta provincia, predominantemente musulmana.
Los militantes que se encargan de ejecutar los ataques en el continente, tienen vínculos con el grupo Estado Islámico (EI), lo que le da al grupo un apoyo en el sur de África. Se conoce, que la organización ha utilizado la pobreza y el desempleo en el área para reclutar jóvenes, para luchar por el establecimiento de un gobierno islámico en la zona.
Muchos habitantes levantaron quejas muy similares: expresan que no se benefician de las industrias del rubí y del gas natural en la provincia.
El corresponsal de la BBC en Mozambique, José Tembe, informó desde la capital, Maputo, que el último ataque puede ser el más grave. Además, en la aldea de Nanjaba, unos hombres que se encontraban armados, dispararon y prendieron fuego a las casas viviendas mientras gritaban «Allahu Akbar», que en español significa: Dios es el más grande. Relataron algunos de los sobrevivientes del ataque al medio y agencia de noticias de Mozambique.
«Dos personas fueron decapitadas en el pueblo y varias mujeres secuestradas», informó la agencia de noticias. Tembe, de la BBC, cree que mucha gente está consternada y está pidiendo una resolución pacífica del conflicto. El gobierno de Mozambique ha pedido ayuda internacional con la finalidad de contener la insurgencia y han declarado que sus tropas necesitan un entrenamiento especial.
Los medios estatales informaron que hace unos días también fueron decapitadas otras personas de otras aldeas. En abril, en un ataque a otra aldea en Cabo Delgado, más de 50 personas fueron decapitadas y asesinadas. Mientras que a principios del mes de noviembre, nueve personas fueron decapitadas en la provincia.
Grupos de derechos humanos dicen que las fuerzas de seguridad de Mozambique también han cometido abusos en sus operaciones para detener la insurgencia, incluidas detenciones arbitrarias, torturas y asesinatos.
Entre tanto, la rebelión de Mozambique obliga a cientos de miles de habitantes a abandonar sus hogares.
Lorena Garcés García – Humana Noticias | Foto portada: (AFP)