Luego de la devastación causada por el huracán Iota en Providencia y Santa Catalina, donde cientos de familia se han quedado sin un techo donde pasar la noche, ahora se enfrentan a nuevos problemas a raíz del aumento por casos de covid-19 y la escasez de combustible.
Teniendo en cuenta que muchas familias y habitantes de la isla se encuentran en resguardos y albergues donde no se tuvo en cuenta quienes eran portadores del virus y donde además es muy difícil que haya un distanciamiento social, en las recientes pruebas hechas en la isla se confirmaron 69 casos positivos.
Esto sin duda enciende las alarmas entre los habitantes de la comunidad quienes ya se han visto lo suficientemente afectados en este 2020; por esta razón la Procuraduría General solicitó al Gobierno Nacional y las autoridades del archipiélago para que estructuren un plan de acción urgente que impida el escalonamiento de los casos y garantice el suministro de insumos y medicamentos que ya escasean.
También se solicitó una intervención inmediata del Ministerio de Salud para que se envíen más pruebas a la isla y se establezcan las cifras exactas de casos de contagio, para ver la magnitud del riesgo que corren los habitantes quienes están en contacto con personas sospechosas o portadoras del virus.
A esta emergencia sanitaria se suma la escasez de combustible para el transporte de vehículos, en donde a diario se presentan largas filas donde los isleños deben llegar desde muy tempranas horas a la única estación de servicio donde se puede conseguir la gasolina.
A pesar de que el Gobierno abasteció las islas luego del paso del huracán con combustible para al menos 15 días, en Providencia este recurso se está viendo agotado teniendo en cuenta que se utiliza para la instalación de plantas eléctricas y el restablecimiento de energía en distintos sectores, por lo que habitantes y dueños de botes, lanchas y vehículos no han podido retomar en su totalidad sus oficios por la escasez del producto.
Sonia Zambrano – Humana Noticias | FotoPortada (Sonia Zambrano)