El Gobierno de Colombia y las disidencias de las FARC Ep han firmado un protocolo de cese al fuego bilateral que contiene las reglas que regirán las partes mientras dure la suspensión de acciones ofensivas.
Este documento activa un operativo para movilizar a 20 comandantes guerrilleros hacia un lugar específico del país donde se llevará a cabo una cumbre de liderazgo de este grupo armado.
El encuentro será supervisado por el Comité Internacional de la Cruz Roja y tendrá el apoyo de la Misión de Verificación de la ONU, la Mapp OEA y la embajada de Noruega en Colombia. Durante la cumbre, los comandantes discutirán su propuesta de agenda para la mesa de negociaciones con el Gobierno y designarán sus voceros. Al finalizar la reunión, las personas que participaron volverán a sus lugares de origen y las personas que estaban en prisión volverán a sus lugares de reclusión. Las partes han acordado que ninguno de los dos puede terminar el cese al fuego sin discutir previamente el evento que causó la ruptura.
El documento de 9 páginas establece las reglas que regirán a ambas partes durante la suspensión de acciones ofensivas, que comenzaron el 1 de enero y se extenderán hasta el 30 de junio de 2023. Se estima que el grupo EMC tiene cerca de 3.200 personas en armas y un número no determinado de milicianos, distribuidos en 23 frentes y 5 estructuras.
El documento fue firmado por el Alto Comisionado para la Paz Danilo Rueda y un representante de las FARC Ep. Además, se ha creado un Mecanismo de Veeduría, Monitoreo y Verificación que emitirá conceptos técnicos y elaborará recomendaciones para prevenir y atender posibles incidentes o incumplimientos.
La guerrilla se compromete a entregar a los miembros de otros grupos «enemigos» al MVMV y las autoridades civiles y las Juntas de Acción Comunal tendrán autonomía y su labor no será obstaculizada.
Se acordó respetar la misión médica, la atención de emergencias, la prestación de servicios médicos y la vida e integridad de la población. No se permitirá atentar contra la población civil ni obstaculizar la labor del mecanismo y los integrantes de la guerrilla no estarán armados en los poblados ni interferirán en procesos electorales.
Foto Portada: Archivo particular